Nadie quiere contratar a un abogado

Hay pocas cosas en la vida que sean verdades absolutas, pero allá va una de ellas:

Nadie quiere contratar un abogado.
Es así.

Contratar a un abogado es caro, los abogados son unos ladrones y malas personas, y además el Derecho no hay quien lo entienda.

¿Y sabes qué?

Tienes razón.

 

Está feo que lo diga yo, que soy abogada, pero tampoco es cuestión de negar lo evidente.

Ahora bien, los abogados somos como una colonoscopia… 

…un mal necesario al que tarde o temprano querrás recurrir.

Porque sí, a ninguno nos gusta que nos metan una cámara por el cul*…

…pero mejor eso a tiempo que sustos después.

 

Pues lo mismo ocurre con los abogados:

No quieres contratar ninguno…

…pero mejor uno a tiempo que sustos después.

 

 

¿Y sabes cual es la mejor forma de resolver un problema?

Atajarlo antes de que ocurra.

Es decir: antes de tomar decisiones importantes, consulta con alguien que sepa del tema.

Te ahorrará tiempo, dinero y cólicos nefríticos.

Por eso, para que no te metas en juicios, querellas y matrimonios sin saber lo que estas haciendo, tengo un servicio de consulta legal que por 100 euros nos reunimos, me miro tu documentación y te cuento las opciones que tienes.

De esta forma sabrás cosas como si te merece la pena ir a juicio o no, si es un caso denunciable o por dónde se puede tirar.

 

Cómo contratar una consulta legal

Para contratar una consulta, simplemente haz clic en el botón que ves aquí debajo.

Durante el proceso de pago te pedirá una serie de datos y, una vez que lo hayas finalizado, me pondré en contacto contigo para pedirte la documentación y detalles de tu caso. 

Una vez que me mandes esa documentación, fijaremos una fecha para hacer una videollamada y en ella te asesoraré legalmente sobre tu asunto.

Pero espera, que te cuento más…

¿Te suenan de algo estas frases?

«Somos profesionales».

«Experiencia demostrable de 1.500 años».

«Tú éxito es nuestro éxito».

Seguro que sí… si has intentado contratar a un abogado.

Pero cuando uno acude a un profesional de las leyes, no quiere que le hablen de la experiencia o la profesionalidad: quiere que le solucionen el problema.

Y, para eso, es necesario que te escuchen, te pregunten y te asesoren, no que te hablen de ellos mismos.

Porque hay algo que no se dice, algo que se suele olvidar, y es… que todo es defendible.

Con más o menos probabilidades de éxito, sí, pero todo es defendible, y por eso lo que no quieres escuchar cuando acudes a un abogado con un problema son frases como:

«depende»,

«puf, esto es muy complicado»,

«lo mejor es no hacer nada»,

O, mi favorita:

«eso habría que haberlo hecho asá».

 

Amigo, ya sé que las cosas se han hecho mal, ¡por eso precisamente estoy hablando contigo!

No queremos que nos digan qué hemos hecho mal, queremos que nos digan cómo solucionarlo.

Por eso, conmigo siempre sabrás que, por muy mala pinta que tenga, siempre buscaremos algo que se pueda intentar.

Porque recuerda:

No vives con verdadera tranquilidad…

…Hasta que sabes que todo es defendible.

Ahora, si lo quieres quieres es saber cuánto te va a costar, aquí tienes un listado de precios