Contratar a un abogado es caro, los abogados son unos ladrones y malas personas, y además el Derecho no hay quien lo entienda.
¿Y sabes qué?
Tienes razón.
Está feo que lo diga yo, que soy abogada, pero tampoco es cuestión de negar lo evidente.
Ahora bien, los abogados somos como una colonoscopia…
…un mal necesario al que tarde o temprano querrás recurrir.
Porque sí, a ninguno nos gusta que nos metan una cámara por el cul*…
…pero mejor eso a tiempo que sustos después.
Pues lo mismo ocurre con los abogados:
No quieres contratar ninguno…
…pero mejor uno a tiempo que sustos después.
Si estás leyendo esto quizá es porque te encuentras en una de estas dos situaciones:
1) Tienes algún problemilla y no sabes muy bien para donde tirar.
Quizá te deben dinero, o estás pensando en divorciarte o estás teniendo conflictos con tu casero o tu inquilino… no sé, pueden ser mil cosas.
En este momento crees que necesitas un abogado, pero no lo tienes claro. No sabes cómo se soluciona tu problema, si hay que ir a juicio o no o qué debes hacer.
2) Ya sabes que necesitas un abogado.
Bien porque te hayan demandado y estés en plazo para contestar o bien porque tengas muy claro que vas a acudir a la vía judicial para proteger tus intereses.
Bien, en ambos casos necesitas una consulta con un abogado
¿Por qué un abogado?
Porque los abogados no solo presentamos demandas y vamos a juicio.
Los abogados solucionamos problemas.
Y la solución puede ser acudir a los tribunales para que protejan nuestros derechos, o bien puede ser interceder con la otra parte, mediar o simplemente asesorarte para que tomes mejores decisiones.
¿Y por qué una consulta?
Porque una consulta es una reunión con el abogado donde expondrás tu situación y podrás plantearle todas tus dudas, tus preocupaciones y tus quebraderos de cabeza.
Y él o ella deberá explicarte las opciones que tienes, las posibilidades de obtener lo que quieres y de los diferentes caminos para conseguirlo.
Pues bien, llegamos a este punto sabemos que, si estamos en una de las dos situaciones que contaba más arriba, necesitamos una consulta con un abogado.
Y sí, hay abogados que hacen la primera consulta gratuita…
…pero yo no, yo cobro por la primera consulta. Y te voy a contar por qué creo que se debe cobrar la primera consulta y por qué es bueno para el cliente:
Primero, porque la primera consulta debe servir para ver cuál es tu problema concreto. No para explicarte la ley de forma genérica, no, sino para ver cómo se aplica a tu asunto concreto.
Segundo, porque después de esa primera consulta debes saber cuáles son tus opciones y posibilidades. En esa consulta deberías haber recibido un asesoramiento profesional que te permita tomar decisiones fundadas en los siguientes pasos que des, asesoramiento concreto y personalizado, que no solo se ajuste a lo que diga la ley sino que se adapte a lo que necesitas para tu problema.
Y tercero, porque todo esto tiene un precio. El tiempo y el trabajo se debe pagar y no es realista esperar que alguien te dé un trabajo de calidad y profesional de forma gratuita. Un servicio de calidad cuesta dinero, y si optamos por lo gratuito con temas serios que afectan a nuestra vida luego nos podemos encontrar con sustos muy desagradables, o con artimañas que lo único que buscan es liarte para que acabes metiéndote en complejos procedimientos legales que cuestan una fortuna pero que no son lo que tú necesitas.
Así que sí, yo cobro la primera consulta.
Y lo hago porque me preparo bien tu asunto antes de reunirnos, me estudio las opciones que tenemos y analizo bien tus posibilidades.
Porque te voy a dar una solución concreta, no una genérica. Eso quiere decir que no una respuesta de bote que puedes encontrar en cualquier blog, sino una información de alto valor y personalizada para tu caso, y eso tiene un precio.
Y, por último, porque cuando termina la reunión va a ocurrir una de estas dos cosas:
Así es como trabajo yo, y con esto no quiero decir que como lo hagan los demás esté bien o mal, que hagan tal cosa o dejen de hacerla. No, nada de eso. Solo te digo cómo trabajo yo.
Bien, aclarado eso, si te gusta lo que lees, aquí abajo te explico cómo contratar una consulta legal.
Ahora bien, si te parece caro, no estás de acuerdo con algo o no quieres pagar por adelantado, simplemente este no es tu sitio y yo no seré tu abogada.
Y no pasa nada, seguimos tan amigos.
Para contratar una consulta, simplemente haz clic en el botón que ves aquí debajo.
Durante el proceso de pago te pedirá una serie de datos y, una vez que lo hayas finalizado, me pondré en contacto contigo para pedirte la documentación y detalles de tu caso.
Una vez que me mandes esa documentación, fijaremos una fecha para hacer una videollamada y en ella te asesoraré legalmente sobre tu asunto.
Si tienes alguna duda y quieres preguntarme antes, puedes escribirme a través del formulario que hay aquí abajo.
Te responderé en el plazo de 24h laborables.